viernes, 9 de agosto de 2013

el pedazo de acordeon

El acordeón es el alma de Valledupar. Se escucha en su música, se elogia en las parrandas y se ve en sus calles. Es el instrumento que identifica a todo el mundo vallenato.
En la avenida Hurtado, el monumento “Mi pedazo de acordeón” da fe de esa relación sentimental con el instrumento y el folclor. Creado por el escultor bogotano Gabriel Beltrán, el monumento rinde homenaje al acordeonero, compositor y cantor: Aejandro Durán. El primer Rey de la historia del Festival Vallenato.
De dimensiones imponentes (6 metros de alto, 10 metros de largo y 4,5 metros de ancho), y constituido de materiales tan robustos como el Hierro, el bronce bruñido o el cobre rojo, el monumento aparece como un símbolo firmemente enclavado en el panorama cultural (al igual que la canción que representa).
Es, posiblemente, el monumento más representativo de la importancia del folclor en el municipio de Valledupar. Su grandeza nos remite también el tamaño del Festival Vallenato y a su legado.
El tema musical “Mi pedazo de acordeón” se ha convertido en un himno destacable del folclor vallenato. Alejandro Durán lo compuso para manifestar la importancia de ese instrumento en su existencia y lo evidencia a través de estos versos:

“Este pedazo de acordeon
Ahí donde tengo el alma mía (bis)
Aquí tengo mi corazón
Y parte de mi alegría (bis)
Ay por si acaso yo me muero
Les quiero pedí un favor
Ay por si acaso yo me muero
Les voy a pedí un favor
Ay me llevan al cementerio
Este pedazo de acordeón (bis)”.

Junto con otros tres temas famosos (el son “Alicia Adorada”, el merengue “Elvirita” y el paseo “La cachucha bacana”), Alejo Durán presentó la puya “Mi pedazo de acordeón” en el primer festival vallenato.
El impacto fue notable desde el principio, aunque muchos rumores daban al viejo Emiliano Zuleta como concursante ganador. El final, sin embargo, fue lejos de ser el esperado y Alejo Durán se impuso como el primer Rey de la historia del vallenato.
Hoy en día, Alejandro Durán pervive en la memoria de todos por muchos motivos más. Su música también expresa un gran sentimiento hacia la mujer. Sus creaciones e interpretaciones en honor a ellas: Fidelina, Alicia Adorada, Evangelina, Elvira, Reyita, Candy, Maruja, Cata, Angela, Cornelia, La Niña Guillo, Mayito, Cholita, entre muchas más, nos hablan de la mujer como un gran motivo de inspiración.
Así mismo logró combinar en más de 500 obras, los rasgos de su pueblo, sus sentimientos, lamentos y expresiones de “Ombe!”, “Apa!”, “Sabroso!”, “Aaay!”, con las alegres notas musicales.
Todo esto es lo que refleja el instrumento de “Mi pedazo de acordeón”. Un monumento lleno de vida y de música.
Mi pedazo de acordeón, un monumento en homenaje a Alejo Durán

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